¿POR QUÉ SE MALOGRA UNA CAJA DE CAMBIOS MECÁNICA?
A diferencia de otros países, en Perú estamos más acostumbrados a manejar carros con caja de cambios mecánica y no automática, aunque tal vez no seamos tan conscientes de sus ventajas, como el mejor control que podemos tener sobre el vehículo, el mayor rendimiento de la gasolina y su mantenimiento más sencillo.
La caja de cambios es una pieza importante de nuestro auto, pues acopla el sistema de transmisión con el motor por medio de unos engranajes. Es por eso que desde que comenzamos a manejar debemos formarnos hábitos que nos permitan cuidarla y manipularla para evitar daños que pueden salirnos bastante caros.
Sin embargo, la mayoría de nosotros vamos adoptando una cantidad de costumbres a la hora de conducir que pueden perjudicar seriamente la caja de cambios, ya sea por pereza o simplemente porque no sabemos las repercusiones que pueden tener nuestros comportamientos al volante.
Así que para evitarnos una visita al taller, tendremos que cambiar una serie de hábitos a la hora de conducir, como los que te presentamos en la siguiente lista:
– Mano en la palanca. Es muy cómodo ir manejando y tener una mano en el timón mientras la otra permanece sobre la palanca de cambios, pues nos facilita la maniobra de hacer el cambio sin tener que estar variando nuestra posición. Sin embargo con este comportamiento estamos ejerciendo una presión innecesaria sobre los mecanismos internos de la caja, haciendo que se acelere su desgaste y provocando problemas en los rodamientos.
Aunque el daño que ocasionamos no sea visible a corto plazo, a la larga comenzaremos a notar unas molestas vibraciones que harán que la caja de cambios termine teniendo un engranaje impreciso hasta el punto que las marchas no entren correctamente o se salgan de su posición.
– Pisar bien el embrague. Algunas veces cuando metemos el cambio podemos oír un fuerte traqueteo. Esto se debe a que no pisamos el embrague hasta el fondo a la hora de cambiar de marcha, de manera que el engranaje no se realiza de manera adecuada. Incluso si ese ruido no llega a ser fuerte, es importante que pisemos el embrague hasta el final, así estaremos protegiendo los elementos de nuestra caja.
– El lubricante. Debemos estar atentos a los niveles de aceite de la transmisión, para que los engranajes permanezcan refrigerados y protegidos. El lubricante nos ayuda a realizar los cambios sin esfuerzo, además evita el calentamiento y la fricción de las partes móviles.
– Dejar el cambio con el carro parado. Tenemos la costumbre de dejar el carro con alguno de los cambios puestos cuando lo estacionamos, ya sea por corto tiempo o cuando ya no lo vamos a usar hasta el día siguiente o incluso más. Sin embargo, al dejar alguna marcha puesta, lo que estamos haciendo es desgastar el mecanismo, así que lo mejor es dejarlo en neutro.
– Usar el embrague a medias al salir de una pendiente. Muchos conductores cuando van a arrancar en una pendiente, van metiendo el embrague a medida que van acelerando, una maniobra que se llama “punto de fricción”. Pues resulta que cuando hacemos esto, las piezas sufren de mayor rozamiento y por lo tanto un mayor desgaste porque aumenta el calor y daña los componentes.
Lo mejor para salir de una pendiente es cambiar rápidamente entre el pedal del freno y el del acelerador, o ayudarnos con el freno de mano, pero evitemos la maniobra del embrague.